martes, 22 de julio de 2014

CHILENOS: ¿INDIOS, MESTIZOS O BLANCOS?

En todo sitio y momento se usa la expresión como insulto. Incluso en el aula, ante un brote de anarquía, se amonesta al alumnado con la frase: “No sean indios”. Nada peor que exhibir pronunciados rasgos aborìgenes para obtener  un empleo. Poseer un apellido mapuche es negativo. De allí que muchos optan por la maniobra legal de reemplazarlo por otro que sortee el prejuicio racista. Curiosamente, el texto y la docencia elogian la resistencia araucana a la Corona.   
Bautizar de "indios" a los habitantes autóctonos es un error inaugurado por Cristóbal Colón el 12.10.1492. Aun posee excelente salud. Implica usurparle el gentilicio a los paisanos de Gandhi, Indira y Tagore. Cree haber arribado al Asia que, en la toponimia de entonces, es la India. Luego, percatados de la equivocación  se opta por Indias Occidentales. No obstante, la etiqueta de "indios" está vigente. Se usa también "amerindios" y los cronistas aluden a "nativos" o "naturales".

El mestizaje... los mismos padres, pero
pigmentos y facciones distintas.
La leyenda negra insiste en el exterminio de los conglomerados autóctonos. Lo cierto es que las enfermedades -por ejemplo, la viruela o la gripe- los merma. Lo que produce una mutación radical es el mestizaje. Los conquistadores son puñados de hombres jóvenes con 25 años promedio de edad. La aventura del Nuevo Mundo la efectúan sin familia y eso explica vía mixtura el torrente de mestizos. Dicho de otro modo, los espermios vienen desde la Península y los óvulos estan aquí.  

En dialecto mapuche mestizo es "champurria". El futbolista Salas, el "Chino" Ríos, el pianista Bravo, la cantante Miriam Hernández o Ricardo Lagos lo son. Se citan casos emblemáticos. El 90% somos, usando frase de Rubén Blades, “hijos de la mezcla”. La amalgama no necesariamente es hispanoaraucana. Lo que ocurre es que tal condición aquí se repudia o ignora. La expresión “mestizo” se juzga despectiva. Los mapochinos se creen de raza "blanca". Tal superchería es un factor de nuestro naufragio identitario.

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